- 5 mayo, 2025
En el ámbito de las comunidades de propietarios, especialmente en aquellas que cuentan con personal externo de limpieza, surgen con frecuencia dudas legales respecto a las obligaciones y derechos vinculados a dichos servicios. Una de las cuestiones que más interrogantes genera es el derecho de subrogación del personal de limpieza cuando se produce un cambio de empresa contratada.
Este texto tiene por objetivo explicar, con claridad y profundidad, en qué consiste este derecho, cuándo se aplica, qué implicaciones tiene para la comunidad de vecinos y cómo debe gestionarse correctamente para evitar conflictos legales o laborales.
La normativa laboral española establece ciertas garantías para los trabajadores, incluso en contextos de subcontratación o externalización, como es el caso habitual en los servicios de limpieza de fincas. El desconocimiento de estos derechos por parte de las juntas de propietarios puede acarrear reclamaciones y responsabilidades económicas importantes.
¿Qué es el derecho de subrogación?
El derecho de subrogación es una figura legal contemplada en el ámbito laboral que permite al trabajador conservar su puesto de trabajo cuando se produce un cambio de empresa contratista, siempre que concurran ciertas condiciones.
En otras palabras, si una comunidad de propietarios decide rescindir el contrato con una empresa de limpieza y contratar a otra, los empleados que venían prestando servicios de dicha comunidad podrían tener derecho a ser contratados por la nueva empresa, en las mismas condiciones laborales.
Esta subrogación no es automática ni se aplica en todos los casos. Está regulada por los convenios colectivos, que actúan como norma supletoria en este tipo de situaciones, especialmente el Convenio Colectivo del Sector de la Limpieza en Edificios y Locales, que es el que habitualmente se aplica a estos trabajadores.
¿Cuándo se aplica la subrogación?
El derecho de subrogación se aplica cuando:
- El trabajador lleva un mínimo de tiempo prestando servicios en el centro de trabajo (en este caso, la comunidad).
- El contrato de limpieza no se extingue por finalización de actividad, sino por cambio de proveedor del servicio.
- La nueva empresa contratada asume la actividad en el mismo lugar y con la misma función.
- Se cumplen las condiciones establecidas en el convenio colectivo vigente.
¿Qué implica para la comunidad de propietarios?
Aunque la relación laboral es formalmente entre el trabajador y la empresa de limpieza, la comunidad de propietarios tiene responsabilidades indirectas, especialmente en el momento de cambiar de proveedor.
Estas son las principales implicaciones:
- Obligación de información: La comunidad debe informar a la nueva empresa contratada sobre la existencia de trabajadoras subrogables, facilitando todos los datos relevantes: identidad, antigüedad, condiciones laborales, etc.
- Responsabilidad solidaria: En algunos casos, si no se respeta la subrogación, la comunidad podría ser considerada corresponsable de una posible demanda por despido improcedente.
- Continuidad del servicio: Si la nueva empresa no asume a los trabajadores existentes, pueden producirse interrupciones en el servicio o conflictos laborales.
Por lo tanto, es recomendable que el contrato con la nueva empresa contemple expresamente una cláusula relativa al cumplimiento del derecho de subrogación si aplica, con base en el convenio colectivo.
¿Qué ocurre si la limpiadora trabaja directamente para la comunidad?
En ocasiones, no existe una empresa externa, sino que la limpiadora está contratada directamente por la comunidad como empleada. En estos casos, no hay derecho de subrogación aplicable, puesto que no hay transmisión de actividad entre empresas, sino una extinción de relación laboral.
Sin embargo, si la comunidad decide extinguir el contrato de esta trabajadora y contratar a una empresa externa, deberá asumir la responsabilidad de despido y, si procede, abonar la correspondiente indemnización. La empresa contratada no estará obligada a asumir a la trabajadora, salvo que voluntariamente lo acuerde con la comunidad o exista algún pacto que así lo estipule.
Procedimiento recomendado al cambiar de empresa
Para evitar problemas legales, es muy importante seguir un procedimiento claro y documentado cuando una comunidad decide cambiar de empresa de limpieza:
- Revisar el convenio colectivo vigente, para comprobar si aplica el derecho de subrogación en la comunidad concreta.
- Solicitar a la empresa saliente la relación de trabajadores con derecho a subrogación, junto a la documentación justificativa (antigüedad, contratos, nóminas, etc.).
- Informar a la nueva empresa de estos datos de forma fehaciente.
- Incluir en el nuevo contrato una cláusula de aceptación de subrogación, si corresponde.
- Comunicarse con los trabajadores afectados, informándoles del proceso y de sus derechos.
Este protocolo no solo protege a la comunidad frente a futuras reclamaciones, sino que también garantiza una transición ordenada del servicio.
Consecuencias de no respetar la subrogación
Ignorar o incumplir el derecho de subrogación puede acarrear consecuencias legales importantes, tanto para la empresa entrante como, en algunos casos, para la comunidad:
- Reclamaciones por despido improcedente, con indemnizaciones que pueden ser elevadas.
- Demandas solidarias, en las que la comunidad puede ser incluida como parte responsable.
- Sanciones administrativas, si la Inspección de Trabajo detecta una vulneración de derechos laborales.
- Deterioro de la reputación, especialmente en comunidades que buscan mantener una buena relación con el personal de servicios.
Excepciones y casos especiales
No todos los cambios de empresa implican subrogación. Algunos casos en los que no procede:
- Cuando el contrato finaliza y no se renueva, sin que haya una empresa que asuma la actividad.
- Cuando la limpiadora ha estado menos tiempo del mínimo exigido por convenio.
- Si el servicio se interrumpe durante un periodo prolongado antes de contratar a la nueva empresa.
- Si la comunidad modifica radicalmente el alcance y el horario del servicio.
Es importante consultar cada caso con un administrador de fincas de confianza para asegurar que la interpretación es la correcta. En Fincas Egeda nos convertiremos en tus grandes aliados para tratar y gestionar este tipo de situaciones.